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Comprar la paz social a crédito

Posted in reflexiones by Galicismos on 1 Mai 2020

En realidad, ¿qué país tenía recursos financieros listos para afrontar este problema? Los norteamericanos no tardaron en endeudarse y la deuda se pagará en dos o tres generaciones, siempre y cuando las condiciones de mercado sean las mismas que en los últimos años.

Los franceses, y otros países europeos, se han endeudado terriblemente. Sólo que esa deuda no tiene fecha para ser finiquita. Existe la opción de esconderla en un cajón y esperar que la gente se olvide de ella.

Uno de los principales asuntos a tratar con ese dinero en Francia fue asegurar el sustento de la mayoría de la población bajo reglas claras y que pudieran parecer, a los ojos de (nuevamente) la mayoría, justas. En el plan instaurado de desempleo forzado, « chômage partiel », cada sector no esencial ganaría un porcentaje menor de sus salario de acuerdo a sus ingresos declarados. Sin embargo, aquellos que ganaban poco o que declaraban poco, se encuentran en una situación más precaria que antes, o corren el riesgo de estarlo, pues las opciones de ingresos fuera del sistema en una economía paralela, pero informal, desaparecieron. ¿Cómo ayudar a estos sectores económicamente para que no caigan en la desesperación y de ahí a la violencia? ¿Cómo justificar esta acción ante los demás grupos sociales?

A este respecto, la policía ha tenido órdenes de no « provocar » a los habitantes de barrios sensibles. Los responsables políticos de estas zonas temen episodios de violencia porque aunque no existe desabasto de alimentos,  sus administrados se encuentran con recursos limitados.

Los montos o el tipo de apoyo que se les dé pueden considerase como secundarios, lo que se juzga es qué tanto estas decisiones son aceptadas. En todo caso, los políticos se encontrarían en una situación peligrosa si se permite que la situación se acerque a condiciones de hambre.

Es así como la comunidad acepta pagar a crédito la paz social. Se convence a la población de reducir al máximo sus desplazamientos e intercambios para evitar la saturación de servicios hospitalarios. Todos los grupos sociales son necesarios para lograr esta armonía social que más que nunca se presenta como un bien común indispensable.

La situación apremiante a la que ha llevado la amenaza del covid-19 ha obligado a realizar esfuerzos suplementarios dirigidos a los más expuestos, los grupos sociales en la base de la escala social, ignorados la mayor parte del tiempo excepto durante las campañas electorales. Este interés por ellos, sin embargo, debe perdurar.

Una enfermedad viral nos recuerda la importancia de garantizar la salud de la población, pues la salud de todos y cada uno es una garantía común, otro bien común como la paz social. Esto debería de ser integrado en los planes políticos después de la pandemia, la garantía de las necesidades básicas  de salud para la población en general.

En México, hasta donde tengo entendido, el gobierno federal no ha pedido un préstamo. Estando las actividades no esenciales en paro, los administrados (empresas y empleados) deben hacer frente a sus necesidades con ahorros o trabajando bajo condiciones de seguridad sanitarias de riesgo. El gobierno, cierto, no ha comprado a crédito. Pero ¿cómo garantizar la paz social?

La Historia nos dirá qué opción fue la más sensata. Y aún  así habrá que matizarla de acuerdo a las particularidades de los países. En cualquier caso los políticos tendrán que estar muy atentos a los desequilibrios que se vayan dando y dispuestos a tomar medidas apropiadas en cuanto a estrategia e intensidad.

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